A solas

3 de febrero
Sábado IV

Mc 6, 30-34 Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco

Dos condiciones verdaderas para un descanso en ti: la soledad contigo, el lugar desierto. Sin otra luz ni guía que la que en el corazón arde. Centrado en tu persona, desprendido. Allí, en el desierto, en la soledad, me sigues seduciendo. Y quiero dejarme seducir. Así te conviertes en mi verdadero descanso. En tus manos estoy.

Autor: Nano SM

Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa. Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.