I Domingo de Adviento
30 de noviembre
Is 63, 16.17.19; 64, 2-7 …que hiciera tanto por el que espera en él.
Jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti, que hiciera tanto por el que espera en él. Con esta frase, Señor, me ayudas a entrar este año en el adviento. Te espero, te ansío, te anhelo. Y se que haces mucho por mi, incrementando mi deseo de salvación, ayudándome a preparar tu venida. Este tiempo de espera me abre a Ti, y tu me enriqueces para hacerme don en el momento de tu venida. ¡Ven, Señor Jesús!