30 de septiembre
San Jerónimo
Salmo 18 Alegran el corazón
Tu palabra, Señor, alegra el corazón, es descanso de mi alma, da luz a mis ojos, más preciosa que el oro, que el oro fino, más dulce que la miel de un panal que destila. Y así, voy recitando el salmo responsorial de hoy, pidiéndote que sigas alimentando cda día mis er con tu palabra. Dime una palabra, y quedaré salvo.