28 de septiembre
Sábado XXV semana
Eclesiástico 11, 9-12,8 Antes…de que el espíritu vuelva al Dios que lo dio.
Me has dado tu espíritu y en él vivo, me muevo, existo. Tu espíritu acogido y encarnado. El espíritu que siempre está en tus manos, hasta el día que te lo devuelva, para volver a ti en espíritu y verdad, siendo el que realmente soy. En ti.