31 de octubre
Jueves XXX
Rm 8, 31-39 ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?
Este capítulo octavo de la carta a los romanos es para rumiar en silencio, para dejar que vaya calando en el corazón, para que en el misterio se realice en mi, con fe, lo que leo en tu Palabra. Poner la confianza en ti, el centro del ser en ti. Abrirme a ti para desaparecer en ti. ¿Quién podrá apartarnos del amor de Cristo?¿la aflicción?¿La angustia?¿la persecución?¿el hambre?¿la desnudez?¿el peligro?¿la espada? En todo vencemos fácilmente por aquél que nos ha amado. Por ti y en ti, Señor del amor.