30 de septiembre
Lunes XXVI
Zac 8, 1-8 Vivo una intensa pasión
Apasióname cada día más, Señor, que me vuelva loco de amor por ti. Solo por ti.
Comentarios diarios a la Palabra de Dios, que ayuden a rumiarla y encarnarla
30 de septiembre
Lunes XXVI
Zac 8, 1-8 Vivo una intensa pasión
Apasióname cada día más, Señor, que me vuelva loco de amor por ti. Solo por ti.
29 de septiembre
XXVI Domingo
Am 6, 1.4-7 Se ungen con el mejor de los aceites pero no se conmueven para nada
La indiferencia nos hace cómplices, Señor, de hambre, de la pobreza, de la violencia, del mal en nuestro mundo. Bebo vino en elegantes copas y mi hermano muere de sed. Insensibilidad, piel de elefante, incapacidad para dolerme en el dolor de la humanidad. El rico Epulón que no ve al obre Lázaro. Ayúdame a no cerrarme ante mi propia carne en la carne de la humanidad descarnada.
28 de septiembre
Sábado XXV
Jer 31 Gozarán los jóvenes y los viejos
Gozo inaudito, alegría perpetua, júbilo que conmueven mis entrañas, porque han reunido lo que está disperso en mi vida, porque me has unificado en ti, porque me guardas como a un pastor a su rebaño, y me proteges, me guías, porque me has redimido, porque alegras y alivias mis penas, porque haces que con tu amor crezca mi amor y solo te quiera a ti.
27 de septiembre
Viernes XXV
Lc 9, 18-22 ¿Quién decís que soy yo?
Digo tu nombre en el silencio de la noche, susurro tu nombre con el respirar de mi corazón, escribo tu nombre en las arenas de mis playas desiertas, te llamo cuando digo mi nombre, tú eres mío, el pastor de azucenas, yo soy tuyo, esclavo rendido, aniquilado, liberado en tu bostezo, cuando te levantas para abrazarme y me acercas a ti.
26 de septiembre
San Cosme y san Damián
Ag 1, 1-8 Bebéis y seguís con sed
Bebo y sigo con sed porque no te bebo a ti, fuente de agua viva. Solo tú puedes llenar el hueco de mi corazón, colmar el vacío de mi aljibe. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?
25 de septiembre
Miércoles XXV
Lc 9,1-6 No llevéis nada para el camino
Desnudos. Despojados. Vacíos. Sin nada. Desprendidos de todo. Unidos a ti.
24 de septiembre
Martes XXV
Lc 8, 19-21 Mi madre y mis hermanos son éstos
Tu madre y tus hermanos son los pobres de espíritu, los que lloran, los mansos, los que tienen hambre y sed de justicia, los misericordiosos, los limpios de corazón, los que buscan la paz, los que son perseguidos por causa de la justicia, los que construyen su casa sobre roca, los que alivian a cualquier pobre y pequeño en tu nombre. Tu madre y tus hermanos somos cada uno de nosotros cuando encarnamos en nuestra vida la alegría del evangelio.
23 de septiembre
Lunes XXV
Salmo 125 El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres
Dame unos ojos que sean capaces de descubrir tu luz, tu bondad y tu gracia en todos los acontecimientos de mi vida, en cada uno de ellos. Tú, Señor, eres bueno y misericordioso con todas tus criaturas. Tú has estado grande con nosotros y estamos alegres. Gracias, Señor, por tu don.
22 de septiembre
XXV Domingo
Am 8,4-7 Escuchad esto los que pisoteáis al pobre
Perdónanos, Señor, cada vez que cerramos nuestra propia carne a la carne del hermano que está solo o desamparado, que se siente explotado o deprimido. Ayúdanos a mostrarnos disponibles a los pobres. Ayúdanos a compartir nuestro pan con el hambriento, nuestra agua con el sediento, nuestra casa con el forastero. Que comprendamos que todos somos hijos tuyos.
21 de septiembre
San Mateo
Ef 4, 1-7.11-13 Prisionero por el Señor
Prisionero en tu amor. Encelado. Vinculado. Atrapado. Liberado. Así en ti y por ti, Señor, desde que escuché la llamada con la que se aturdiste, sedujiste y amaste por primera vez.