28 de febrero
Jueves II de cuaresma
Lc 16, 19-51 Había un hombre que se vestía de púrpura y lino
Ese soy yo. Esa es la humanidad engordada en la injusticia social: banqueteando en la abundancia, espléndidamente, cada día. Con miles de productos muy dispensables al alcance de la mano, y del bolsillo, en las estanterías de los supermercados. De esos mismos supermercados donde, de noche, van a revolver basura los lázaros de nuestra sociedad. Ya que tengo riquezas, señor, hazme rico en misericordia y compasión, ábreme a mi propia carne humana en el necesitado.