Penas y gozo

30 de septiembre
San Jerónimo

Jr 31 Convertiré su tristeza en gozo

Alegrarás y aliviarás sus penas….y al recitar este cántico de Jeremías, que es tu Palabra, pienso en tantas personas que necesitan eso mismo, que su tristeza se convierta en gozo, que alivies sus penas, que les alegres en la raíz de su ser. Un nuestra mano contribuir a hacerlo en tu nombre, pero hay algo más profundo, en lo esencial del ser, al que solo alcanzas tú…y allí, todo es inalterable.

Angeles

29 de septiembre
Santos Arcángeles

Salmo 137 Delante de los ángeles tañeré para ti

Delante de los ángeles, Señor, tañeré para ti…pues para ti es mi música, señor, y quiero estar siempre alabándote siempre, proclamando tu misericordia y tu fidelidad, uniéndome a todos los coros de alabanza que en el cielo y en la tierra cantan tus maravillas. Con mi voz, con mi ser, con mi deseo de ti.

Situación

28 de septiembre
Jueves XXV

Ageo 1, 1-8 Pensad bien en vuestra situación

Hoy me fijo en esta frase que me ha pasado siempre ignorada. Pienso en la situación de nuestra vida religiosa, tan profética y humanizadora, tan escatológica, pero tan poco significativa para nuestro mundo hoy. Pienso en la realidad de nuestras comunidades envejecidas, de la falta de atracción, de la escasez de personas que se plantean la vocación a la vida consagrada….y con ese misterio me pongo ante ti, Señor, y callo.

no res

27 de septiembre
Miércoles XXV

Lc 9, 1-6 No llevéis nada para el camino

Resonancias de este texto desde que éramos novicios y, a la experiencia de misión del verano, en mi caso en la leprosería de Fontilles, le propuse al padre maestro no llevar nada para el camino, ni bastón, ni alforja, ni dinero, ni dos túnicas…Bendita radicalidad evangélica, y bendito discernimiento que me invitaron a hacer. Dame de los dos, cada día, para mejor amarte y servirte.

Escucha

26 de septiembre
Martes XXV

Lc 8, 19-21 Los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen

Esos son tu madre y tus hermanos. Dame el don de ser de tu familia, escuchando tu palabra, que me llega cada día, y no solo meditándola o predicándola, u orándola, sino cumpliéndola y haciéndola carne de mi carne, vida de mi vida….que tu Palabra sea entraña en mi corazón.

Sal, Maray and Eli play music and sell ‘Up Up We Go’ CDs in the First Ave subway stop. New York City. 2010.

En el candelero

25 de septiembre
Lunes XXV

Lc 8, 16-18 La pone en el candelero para que los que entren vean la luz

Así la Iglesia, Señor, luz de las gentes, luz viva, luz que se ofrece, luz que se expande, luz generosa, luz que ilumina a todos, y alcanza a todos los rincones. Seamos generosos con la luz que recibimos de ti, compartámosla, sin reservas….y no la tapemos con una vasija, ni la metamos debajo de la cama…que cada uno de nosotros seamos luz, en la Iglesia, junto a ti.

Buscadle

24 de septiembre
XXV domingo

Is 55, 6-9 Buscad al Señor mientras se deja encontrar, invocadlo mientras está cerca

Si te busco es porque se te cercano, y si te encuentro es porque estás. Lo que te pido, Señor, es que no cese nunca de buscarte y desearte, de anhelar la unión contigo, el deseo de recibir la plenitud que tú me ofreces, de vivir tu vida, de amar desde tu amor. Y ya te doy las gracias, por anticipado.

Misterio escondido

23 de septiembre
Sábado XXIV

Lc 8, 4-15 A vosotros se os ha dado a conocer los misterios del reino de Dios

Y ahí, en el misterio escondido, me das ciencia muy sabrosa, y allí me doy a ti, sin saber cómo, o al menos desde el deseo más real y verdadero. Que el conocer desde el silencio, desde el no conocimiento, me una más a ti, Señor.

Mujeres

22 de septiembre
Viernes XXIV

Lc 8, 1-3 Acompañado por los Doce, y por algunas mujeres…

Desde entonces, Señor, esta asignatura pendiente en tu Iglesia: Doce varones con mayúscula, algunas mujeres curadas de espíritus malos y enfermedades…y un abismo que no termina de cerrarse. Mueve nuestros corazones a la inclusión, la aceptación, la igualdad, la reparación.

Testimonio comunitario

21 de septiembre
San Mateo

Ef 4, 1-7.11-13 sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor…

A eso somos llamados, a mantener la unidad del espíritu con el vínculo de la paz, en un solo cuerpo, con un solo espíritu, con la esperanza de la vocación a la que hemos sido llamados. Dando testimonio de una comunidad visible y accesible, cercana, acogedora, donde cualquiera, en cualquier condición, pueda acercarse hasta ti. Que en la Iglesia ofrezcamos a las personas oasis así, donde encontrarse contigo y salir fortalecidas, en paz.