31 de mayo
Domingo IX
Mt 28, 16-20 Yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo
Tú permaneces, tu presencia acompaña, tu vida da la vida, ayer, hoy, mañana, siempre. Abierto al ser al que te acercas, para dar consistencia a la existencia. Promesa de eternidad, compañía continua. Solo en ti, Señor, el tiempo adquiere su verdadera dimensión, vuela en el desierto de la luz, danza el juego de la muerte. Tú eres la vida eterna. Porque al contemplarte como tú eres, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos tus alabanzas, hasta el fin de los tiempos.