La puerta

30 de abril
Lunes IV de Pascua

Jn 10, 1-10 Yo soy la puerta y quien entra por mi se salvará

Quiero entrar por ti, Señor, entrar y quedarme, permanecer en ti, donde está todo el mundo entrañado. Entrar por la puerta de tu corazón, de tu costado abierto, donde nace la Iglesia para darse al mundo. Entrar por tu puerta para entrar en la dinámica de la salvación que nos regalas. Estar en ti para darme y que el caudal de tu salvación alcance a nuestra sociedad, y se haga presente en nuestro mundo.

Mis ovejas

29 de abril
IV domingo de Pascua

 Juan 10, 20-30 Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco, y ellas me siguen

Escuchar tu Palabra, Señor; tener la predisposición de estar atento a ella, de obedecerla. Escuchar tu voz crea una relación especial entre nosotros y nuestro pastor; te reconocemos, sabemos interpretar lo que nos quieres decir, hacia dónde nos quieres llevar. Confiamos en ti, porque de ti depende nuestra vida, nuestro alimento.. nuestra seguridad… nos sabemos conocidos por ti, y por eso te seguimos.

 

 

Palabras

28 de abril
Sábado III de Pascua

Jn 6, 60-69 Tú tienes palabras de vida eterna

Tú, Señor, a quien me dirijo cada día, tú que estableces una relación personal conmigo, una relación real, afectiva y efectiva, una relación que se sirve de tu Palabra para hacerme conocer que me llamas a vivir de tu luz perpetua, que me das esa luz y la pones en mi interior, la luz de tu palabra que es lámpara para mis pasos y luz en mi sendero. Por tu nombre, con tu palabra, dirígeme y guíame, Señor. Ayúdame a acoger lo que me dices como hizo María.

 

 

Aquí estoy

27 de abril

Viernes III de Pascua

Hch 9, 1-20 Aquí estoy, Señor

Esto dice Ananás cuando escucha la voz del Señor llamándole por su nombre. Al saber que la misión que Dios le da es ir a ver a Saulo, perseguidor de la iglesia, fariseo fanático, que hace daño y busca llevar presos a los cristinos, pone reparos…Duda si será meterse en la guarida del lobo. Pero confía en Dios que le dice, de nuevo, “anda, ve”. Como Ananás muchas veces encuentro pegas, o miedos, para seguir tu llamada. Insiste conmigo, Señor.

Crucificado

26 de abril
San Isidoro
1 Co 2, 1-10 Nunca entre vosotros me precié de saber cosa alguna, sino a Jesucristo

Esta frase de San Pablo, que hoy la liturgia aplica a la fiesta de San Isidoro, se me presenta como un ideal para la vida de un apóstol: anunciar el misterio de Dios no confiando en nuestra sabiduría sino en el único apoyo posible, en el que inicia y completa nuestra fe, en Jesucristo, y éste crucificado. No hay otro mensaje ni otra sabiduría que la persona de Cristo, para empezar a evangelizar. Transmitir a Cristo, nuestra misión.

 

 

Id

25 de abril
San Marcos, Evangelista
Mc 16, 15-20 Id al mundo entero y proclamad el evangelio a toda la creación

Como Marcos,  también nosotros, cada uno desde sus circunstancias personales, allá donde no encontremos, estamos llamados a proclamar tu misericordia, tu buena noticia, tu evangelio, tu palabra, ti mismo, Jesús, como Señor y Salvador del mundo, de nuestras vidas, de la Historia. Id al mundo entero, a toda la creación. Para que todo ser que alienta alabe al Señor, cantando tus maravillas.

Pan de vida

24 de abril
Martes III de pascua

Jn 6, 30-35 Yo soy el pan de vida

Acercarme hasta ti, Señor, pan de vida, y dejar que me alimentes, que me llenes, que me des fuerza y energía. Acercarme a ti en la eucaristía para compartir lo que es tuyo, y partirme y repartirme, como hiciste tú. Acercarme a ti, pan de vida, para dar tu vida a quien no la tiene. Pedir que nos sigas dando el pan nuestro de cada día, el pan pan, del que tantos carecen y el pan que no hace participar de tu pascua: de tu muerte y tu resurrección para que todos tengamos vida, y vida abundante.

Trabajad

23 de abril
Lunes III de Pascua

Jn 6, 22-29 Trabajad no por el alimento que perece, sino por el que perdura

De nuevo una invitación, que paree un mandato, pero que es invitación, pues Tú siempre, Señor, nos das la oportunidad, y la libertad, de hacerte o no caso, de cumplir o no tu voluntad. Ante mi trabajo me puedo preguntar: ¿por qué lo hago? ¿qué tipo de relación tengo con mi trabajo, que normalmente ocupa buena parte de mi jornada? ¿Trabajo algo, en algún momento del día, por el alimento que perdura? ¿Por ti, Señor?

Sin nada

22 de abril
III domingo de Pascua

Jn 21, 1-19 Aquella noche no cogieron nada

Compartimos con los apóstoles, en algunos momentos, la sensación de inutilidad, de incapacidad, de no alcanzar nuestras metas o no conseguir ver realizadas nuestras ilusiones, o simplemente de no ver los frutos de nuestro trabajo. A todos los niveles, en el plano personal, como comunidad creyente…Trabajamos y a veces pareciera que bregamos en vano. Jesús nos pregunta lo que ya sabemos, para que le contestemos “no tenemos nada”…para que confiemos en su palabra: Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis. Para que sigamos haciendo lo mismo, ahora con Él.

Soy yo

21 de abril
Sábado II de Pascua

Jn 6, 16-21 Soy yo, no temáis

Nos dice el evangelio que era de noche cerrada. Que Jesús todavía no los había alcanzado ( me pregunto a qué se refiere, a alcanzar su corazón, su ser..?). Soplaba un viento fuerte, el lago se iba encrespando. Todas las contrariedades de la vida, todas las dificultades, parece que se presentan de golpe. Allí aparece Jesús. Caminando sobre las aguas. Se asustan. No tengáis miedo, soy yo. Que estoy con vosotros siempre, en medio de vuestros días y noches, hasta el fin del mundo.