28 de febrero
Domingo II cuaresma
Lc 9, 28-36 Y mientras oraba, el aspecto de su rostro cambió
Unido al padre en la intimidad más profunda de tu ser. Transfigurado para que Pedro, Juan y Santiago vean la manifestación de la Gloria de Dio en ti. Lleno de luz, lleno de paz, lleno de ser, lleno de plenitud. Digno de adoración. Así te presentas también ante nosotros, este segundo domingo de cuaresma. Te muestras, nos acercas a ti, nos introduces en tu ser Dios para nosotros. Te adoro.