31 de diciembre
Octava de Navidad
Jn 1, 1-18 En el principio ya existía la Palabra
En el principio y en el fin del tiempo tú. Tú creador, tú luz, tú amor, tú carne, tú lleno de gracia, tú gloria, tú verdad, tú vida, tú plenitud ofrecida, tú fuente de bendición. Cada día del año vivido en ti, seno de Dios. Gracias, señor, por el don de tu claridad que alumbra las oscuridades de mi vida.