Crece

31 de enero
Viernes III

Mc 4, 26-34 Sin que él sepa cómo

Sin que sepa cómo tras echar simiente en la tierra, duermo de noche, me levanto de mañana y la semilla ha ido germinando y va creciendo, sin que sepa cómo. La tierra va produciendo la cosecha sola; primero los tallos, luego la espiga, después el grano. Cuando el grano está a punto, meterás la hoz, porque ha llegado el tiempo de la siega. Mis carriles rezumarán abundancia, y los pastos brillarán en tu alegría. Sin que sepa cómo ha sido. En un no saber sabiendo. En tu amor derramado.

01.31

En Ti vivo

30 de enero
Jueves III

Salmo 131 Aquí viviré, porque la deseo

Tú eres mi morada. Tú eres mi lugar. Tú mi camino, mi verdad, mi vida. Tú la esperanza firme que me queda. Tú mi deseo. Tú mi horizonte vital. Tú mi sueño en la noche de la tribulación. Tu nombre mi ancla. Tu respiración mi aliento. Tú, mi vida verdadera.

01.30

Contigo

29 de enero
Miércoles III

II Sam 7, 4-17 Yo estaré contigo en todos tus caminos

Así es. Así estás. Lo sepa o no lo sepa. Lo vea o no lo vea. Me llegue el sabor de tu aliento o no recuerde la dulzura de tus besos. Con tu olor perfumando mi ser o perdido tu aroma para siempre. Puesta tu mano sobre mi frente para alzarme o sin saber dónde asirme, caído en tu universo. Escuche tu voz como un susurro o sin palabras, sin que resuene tu voz. Más allá de todo lo penetras todo. Estás conmigo en todos mis caminos. Así es.

01.29

Danza V

28 de enero
Martes III

II Sam 6, 12b-15.17-19 E iba danzando solo ante el Señor sólo con un roquete de lino

Sigo danzando hasta caer rendido ante ti, Señor del universo. Para ti es mi música diaria, el latir de mi corazón, el ritmo y la armonía, el silencio donde crece mi partitura interpretada por ti. Bailo, bailo, bailo de tu mano bailo, bailo las esferas celestiales. Como no comprendo esta oración, que me saca para adentrarme en ti, camino por estas calles embarradas de tu mano, y doy tu mano, y comparto el manto, con el pobre y desamparado que yace a la vera del camino.

01.28

Encarnado

27 de enero
Lunes III

II Sam 5, 1-7 Hueso tuyo y carne tuya somos

Encarnado nos has hecho participar en tu carne. Carne soy. Aletea tu espíritu sobre mis huesos y me hacen revivir. Transformas mi corazón de piedra en corazón de carne. Me haces vivir en tu carne, en tu sangre, río de paz, remanso de dicha, placer silencioso y sin dicha que con su rumor descuaja los cedros y derriba las montañas. En ti soy lo que soy, amado amante.

01.27

Ecos

26 de enero
III Domingo

Is 8, 23-9,3 El pueblo que caminaba en tinieblas vio una luz grande

Ecos de adviento en este tiempo ordinario, para renovar la esperanza a la que somos llamados, el don de tu luz que vence la noche, la claridad de tu presencia que ilumina el mundo con tu resplandor. Aquí estás, luz de luz. En este tiempo, en este espacio. Tan real. En estas oscuridades diarias. En el pájaro que vuela, en el viento que desaparece sin rastro, en el rostro del más cercano, del más necesitado. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz que encierra la realidad, que procede de ti.

01.26

Vuelo

25 de enero
Conversión de san Pablo

Hechos 22, 3-16 Una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra

Y te adoré. Vuelan los patos, un cielo gris intenso, un rumor de alas. Ya no supe nada más, quedé ciego y sordo, envuelto en el universo de tu amor, que pasa fugaz y no deja rastro de nada, relámpago de luz, voz que aturde en el silencio, olvidadizo y callado, desprendido, el pico al aire de tu vuelo. Nada de nada.

01.25

Doce

24 de enero
Viernes II

Mc 3, 13-19 Así constituyo el grupo de los Doce

Y entre tantos nombres que han ido constituyendo la Iglesia a lo largo de los siglos, en una cadena de transmisión, de gracia y de lealtad, pones el mío, Señor, y me llenas de con tu alabanza, me colmas de gracia y de ternura, sacias mis anhelos, y haces que rebose la alegría de tu evangelio en mi ser desamparado, frágil y débil, fuerte por tu amor.

01.24

Danza IV

23 de enero
Jueves II

I Sm 18, 6-9; 19; 1-7 Salieron a cantar y a recibir con bailes al rey

Me pregunto, Señor, por qué esta semana tu Palabra tiene aires de danza para mi, y suenan alegres los panderos y las sonajas, y me llenas de coplas y de armonías. Y como no se bien que responderte me digo que para ti es mi música Señor, y que tú pones en mi corazón más alegría que si abundara en trigo y en vino, y sin saber bien por qué ni como, y como de lo que llena el corazón canta la boca, esta semana estoy danzarín.

01.23

Danza III

22 de enero
Beato Guillermo José Chaminade

Salmo 123 Bendito el Señor mi roca

Mi bienhechor, mi alcázar, baluarte donde me pongo a salvo, mi escudo y mi refugio. Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, tocaré para ti el arpa de diez cuerdas, bailaré y danzaré en tu presencia hasta caer rendido de amor. Proclama mi alma tu grandeza, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador, he aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra.

01.22