28 de febrero
Lunes VIII
Mc 10, 17-27 A estas palabras él frunció el ceño y se marchó pesaroso
Las palabras que escucha de tu boca el joven rico, el joven que había cumplido todos los mandamientos desde pequeño, el joven que quería heredar la vida eterna, “vende todo lo que tienes, dale el dinero a los pobres y luego sígueme”, son las que más le duelen y le impiden el seguimiento. ¿Qué palabras no quiero escuchar de tu boca, Señor? ¿Qué palabras me harían marcharme pesaroso?