30 de junio
Lunes XIII
Mt 8, 18-22 Maestro, te seguiré adonde vayas
Es lo que te sigo diciendo cada día, aunque bien se que las zorras tienen madrigueras y los pájaros nidos, y que tú solo reclinas la cabeza en la cruz, que tanto me cuesta aceptar. Te lo sigo diciendo confiando en que tu bondad y tu misericordia, que me acompañan todos los días de mi vida, mantendrán firme mi propósito. En tus manos estoy.