Lámpara encendida

28 de febrero
Viernes VII

Ecl 6, 5-17 Un amigo fiel no tiene precio y su valor es incalculable

En primavera saldrá un nuevo libro que he escrito, señor, en tu presencia. Lámpara encendida. Se lo he dedicado a mis amigas y amigos, que son alcancía de luz en mi vida. Gracias por el don de la amistad.

pasiones del corazón

27 de febrero

Jueves VII

Ecl 5, 1-8 No sigas tu instinto y tu fuerza, secundando las pasiones de tu corazón

Tú eres la pasión de mi corazón. Pero no la única. Las otras pasiones son más instintivas, más desbaraustadas, más descontroladas. Son pasiones que me alejan de ti. Por eso se, y te repito cada día, que solo quiero amarte a ti, aunque mi corazón se desborde en otras circunstancias. Dame, como hasta ahora, tu amor y tu gracia, que ellas me bastan para que me mantengas fiel a ti.

De gozo

26 de febrero
Miércoles VII

Ecl 4, 11-19 El que la ama, ama la vida, y los que madrugan por ella se llenarán de gozo

Sigue el canto, que es elogio, a los que buscan la sabiduría, que eres tú. Amar tu sabiduría, la alegría del evangelio, es amar la vida abundante. Por ti madrugo, Dios, mío, para contemplar tu fuerza y tu gloria. Para lléname de gozo. Porque el gozo en ti es mi fortaleza.

De luz

25 de febrero
Martes VII

Ecl 2, 1-11 amadlo y vuestros corazones se llenarán de luz

Es otra verdad, otra realidad, otra certeza. Tu amor, con el que te amo, llena mi corazón de luz.

Creo

24 de febrero
Lunes VII

Mc 9, 14-29 Creo, pero ayuda mi falta de fe

Tantas veces es mi confesión de fe. Creo, porque me has dado el don de creer, porque me has escogido portentosamente, por pura gracia tuya. Pero necesito que aumentes mi fe, tan débil, tan pequeña…es verdad, que pequeña como un grano de mostaza. Todo es posible para el que tiene fe. Tengo fe en que haces obras grandes, maravillas, en mi.

Regla aúrea

23 de febrero
VII domingo

Lc 6, 27-38 Tratad a los demás como queréis que ellos os traten

Leo esta palabra tuya en la eucaristía de la cárcel, domingo víspera. Todo este evangelio es un consejo para vivir en sintonía contigo. Hay un silencio acogedor, todo el mundo sabe que esta palabra es espíritu y vida, que nos acerca a la verdad, aunque luego nos cueste siempre vivirla. Cuando comento que si damos se nos dará varios internos levantan la voz para decir que esto no es así. En tus manos, Señor, todos los que han escuchado tu Palabra. Y quieren vivirla, aunque no puedan.

Cátedra de san Pedro

22 de febrero
Cátedra de san Pedro

Salmo 22 El Señor es mi pastor

Hoy, fiesta de la cátedra de san Pedro, te pido por el papa, por los obispos, por todos los pastores y pastoras que cuidan de tu pueblo santo, en tu nombre, por todas las personas que se desviven para que en la iglesia, en nuestro mundo, especialmente entre las personas más necesitadas, marginadas y descartadas, nada falte, y reparan las fuerzas de las que están cansadas y agobiadas. En tus manos, Señor.

Babel

21 de febrero
Viernes VI

Gn 11, 1-9 porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra

Seguimos en Babel. Sin entendernos, sin comprendernos, sin pronunciar palabras que unen en vez de palabras que crean división, sin ser capaz de dialogar buscando la paz, la concordia, el crecimiento en el bien común. Seguimos anteponiendo el propio interés. Perdónanos, Señor.

Sangre derramada

20 de febrero
Jueves VI

Gn 9, 1-13 Quien derrame la sangre de un hombre, por otro hombre será su sangre derramada; porque a imagen de Dios hizo él al hombre.

Larga es hoy la cita. Quiero rumiarla toda en la oración, ante ti. La dignidad del ser humano viene del haber sido creados a tu imagen. Por eso no podemos derramar la sangre del prójimo. Escucho tu palabra ante el genocidio que se ha infringido en Gaza al pueblo palestino, en tu tierra santa. Ante la muerte de tantas personas en Ucrania. Y en tantos conflictos que siguen en nuestro mundo. ¡Cuánta barbarie!¡Cuánto dolor!

Con claridad

19 de febrero
Miércoles VI

Mc 8, 22-26 veía todo con claridad.

Pones por segunda vez tus manos en mis ojos. Miro. Estoy curado. Ahora veo todo con claridad. Veo con desde tus ojos, Veo con tu mirada. Veo desde la misericordia que has tenido conmigo. Veo, Señor, porque tú me ves, y me sanas y me salvas. Y siempre te canto con un corazón agradecido.