30 de mayo
Miércoles II de Pascua
Jn 3, 16-21 Tanto amó Dios al mundo
Quedo admirado, Señor, por tanto amor como derrochas. Por Cristo sigues creando todas las cosas, con amor, las santificas, las bendices, las repartes entre nosotros. En Cristo nos has amado hasta el extremo. Y tanto amaste al mundo, Padre bueno, que al cumplirse la plenitud de los tiempos nos has enviado a tu Hijo, nacido de la virgen María. Y nos ha enseñado el camino para que no vivamos ya para nosotros mismos, si no para él, que por nosotros murió y resucitó.