Hijo querido

31 de enero
Martes IV

II Samuel 18, 9-10.24-25…. ¡Hijo mío Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío Absalón!

El llanto del rey, tu llanto, Señor, por la humanidad que muere en el desamor, en el olvido de ti. ¡Ojala hubiese muerto yo en vez de él!, exclama David, y es lo que tú haces en la cruz, morir por nosotros, para que la muerte no tenga dominio sobre nosotros. Hermosísima escena de amor paterno filial , de tu amor hacia nosotros. Gracias.

Inmundo

30 de enero
Lunes IV

Mc 5, 1-20 Espíritu inmundo, sal de este hombre

Acaba con mi Legión, Señor, el espíritu inmundo que combate contra ti en el reino dividido de mi ser. Que se despeñe por el barranco de la renuncia, de la desposesión, del abandono en ti, de una confianza infinita, de la constatación de tu fidelidad a prueba del espíritu inmundo que no quiere abandonar mi ego, que lo fortalece, que me tiene atenazado.  Líbrame del enemigo, Señor, que me refugio en ti.

Tu Palabra

29 de enero
Domingo IV

Dt 18, 25-29 Pondré mis palabras en su boca

A eso aspiro, Señor, Palabra encarnada: a que mi boca solo pronuncie lo que ha salido de la tuya, a que mi corazón sea un seno para que tu Palabra anide en mis entrañas, y se encarne en mi existencia. Así lo que llena el corazón saldrá por mi garganta para alabar y bendecir tu nombre. Dime una palabra.

Tempestad

28 de enero
Sábado III
Mc 4, 35-41 ¿por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?

Pánico a las tempestades externas e internas, a los vientos que mi ego desata, a las tormentas de los sentimientos, de los apegos, de las fantasías…Miedo a hundirme y enfarragarme en las arenas movedizas de mi falta de fe. Sin darme cuenta que caminas siempre conmigo. Tras tanto miedo escucho tu reproche: ¿por qué sois tan cobardes? Aún no tenéis fe?

Pecado de David

27 de enero
Viernes III

Sm 11,1 -4.5-10.13-17 Para que lo hieran y muera

Este es el gran pecado, Señor, del hombre según tu corazón: disponer la muerte de Urías, el hitita, el marido de su amante, embarazada por su pecado. Donde abundó el pecado sobreabundó la gracia. Misericordia, Dios mío, por tu bondad. Es tu bondad el punto de referencia…lo que permite salir de nuestro pecado, y acceder a un corazón puro, regalo de tu amor.

Camino

26 de enero
San Timoteo y San Tito

Lc 10, 1-9 Poneos en camino

Con qué urgencia, Señor, nos llamas a ponernos en camino para evangelizar, como hicieron Timoteo y Tito, y tantos santos que con ardor e impulso misionero no tuvieron ni tiempo para escribir documentos sobre la evangelización sino que acudieron raudos a tu llamada y comenzaron a evangelizar, nueva evangelización, la sociedad de su tiempo. Impúlsanos tú, Señor.

 

Unidad Cristianos IV


25 de enero
Conversión de San Pablo

Hechos 22, 3-16 …una gran luz….

Iluminó a san Pablo en el camino de damasco, y le dejó ciego para que pudiera ver en la luz que no conoce el ocaso. Una gran luz, inesperada, arrebatadora, turbativa, transformó su vida y la dejó abrasada en la claridad de tu verdad. Una gran luz le movió a evangelizar y proclamar la vida que vino al mundo para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte. Tu luz, Señor, nos hace ver la luz.
Te pido por la unidad de los cristinos.

Unidad Cristianos III

24 de enero
Martes III

I SM 6, 12-15.17-19 E iba danzando  ante el señor con todo entusiasmo

La danza ante ti, Señor, como gesto de gratuidad, de amor, de adoración y de unión entregada. La danza que no voy a realizar en físicamente pero que puedo realizar en el tablado de mi corazón, con la música que tú pones en el pentagrama de mis anhelos. Danzar  con entusiasmo, con la danza del amor hermoso.
Te pido por la unidad de los cristianos.

Unidad cristianos II

23 de enero
Lunes III

Salmo 88 Mi fidelidad y misericordia lo acompañarán

Esta es la certeza, ya experimentada en mi vida: tu fidelidad y tu misericordia me acompañan todos los días, sobre ellas descansa la posibilidad de mi torpe respuesta, ellas permiten la intención de mi fidelidad. Porque tú, Señor, eres la roca firme sobre la que se edifica mi existencia. Sin tu gracia, todo se desmoronaría.
Te pido por la unidad de los cristianos.

Unidad Cristianos I

22 de enero
III Domingo
Mc 1, 11-20 Venid conmigo

Se cumplía el tiempo de la revolución francesa y el Beato Chaminade, cuya memoria se celebra en este día, se convertía  a ti, creía en el Evangelio, y se disponía a escuchar tu llamada que decía: Ven conmigo, te haré pescador de hombres. Llamada que nos sigues dirigiendo cada día a todos, ¡Ven conmigo!, ven a evangelizar, desde la Iglesia, desde la entraña de María.
Te pido por la unidad de los cristinos.