30 de enero
Lunes IV
Mc 5, 1-20 Espíritu inmundo, sal de este hombre
Acaba con mi Legión, Señor, el espíritu inmundo que combate contra ti en el reino dividido de mi ser. Que se despeñe por el barranco de la renuncia, de la desposesión, del abandono en ti, de una confianza infinita, de la constatación de tu fidelidad a prueba del espíritu inmundo que no quiere abandonar mi ego, que lo fortalece, que me tiene atenazado. Líbrame del enemigo, Señor, que me refugio en ti.