Mes: julio 2016

31 de julio
San Ignacio de Loyola

Col 3, 1-5.9-11 Vuestra vida está con Cristo escondida en Dios

Tomad, Señor y recibid
toda mi libertad
mi memoria, mi entendimiento
y toda mi voluntad

Todo mi haber y mi poseer
vos me lo disteis
a vos Señor lo torno
Todo es vuestro
disponed a toda vuestra voluntad

Dadme vuestro amor y gracia
que ésta me basta

30 de julio
Sábado XVII

Mt 14,1-12 Danzó delante de todos

La danza de la ofuscación, del pecado, de la muerte, del mal. No la danza que alegra el corazón y vivifica, sino la danza del engaño, de la manipulación…. Danos, Señor, la capacidad de discernir nuestras danzas. Que dancemos para ti la danza de la vida y la alabanza, la danza de la belleza, la danza del viento en tus manos, la danza que mueve el universo.

29 de julio
Viernes XVII

Jn 11, 19-27 Yo soy la resurrección y la vida

Acto de fe que hago en ti. Sí, Señor, yo creo que tú eres el mesías, el Hijo de Dios, el que ha venido al mundo para la salvación de todos. Tú mi resurrección, tú mi vida, cada día por los siglos de los siglos amén.

28 de julio
Jueves XVII

Salmo 145 Tañeré para mi Dios mientras exista

Dame el sonido de la campana silenciosa que quiebra la noche y abre el día. Sea en tu mano badajo de bronce que clama en el espacio el himno de tu gloria. Que mi vida sea referencia para ti, que te muestre siendo testigo de la alegría de tu evangelio. Alaba, alma mía, al Señor, alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista.

27 de julio
Miércoles XVII

Jr 15.10.16-21 Cuando encontraba palabras tuyas las devoraba

tus palabras eran mi gozo y la alegría de mi corazón, porque tu nombre fue pronunciado sobre mí, Señor. El sabor de tu Palabra, su dulzura, su acidez, su aridez, su fertilidad, tu delicia en mi boca. Tu Palabra, que me nutre y alimenta, que te muestra y me muestra, que fortalece mi debilidad, que indica el camino que he de seguir. Haz que escuche tu Palaba cada día, que te obedezca, que me vuelva a ti.

26 de julio
Martes XVII

Jr 14, 17-22 Se espera la paz y no hay bienestar

Esta es la realidad de nuestro mundo, se espera la paz y no hay bienestar, hay dolor y turbación. Ya lo dice el profeta: Señor, reconocemos nuestra impiedad, porque pecamos contra ti. Buscamos solo nuestro bien, y no el de los demás. No nos preocupamos de los que más sufren, de los que llegan a la orilla de nuestra mesa abundante. Y nos extraña que nos aprieten y degüellen…en tus manos nuestra injusticia y nuestra impiedad, líbranos de nuestro propio mal.

25 de julio
Apóstol Santiago

Mt 20, 20-28 Que sea vuestro servidor

Hazme apóstol, Señor, en el servicio desapercibido, entregado, generoso, sin apariencia, oculto, perdido en ti. Bien consciente de mi debilidad, de que llevo el tesoro de tu gracia en vasija frágil de barro. Hazme cauce de la gracia abundante que recibo, par que mucha gente la reciba y mayor sea el agradecimiento. Hazme testigo de tu resurrección, por el camino de la cruz. Que en ti lo espere todo, lo encuentre todo, y sepa preferirte sobre todas las cosas.

24 de julio
XVII Domingo

Lc 11, 1-13 Señor, enséñanos a orar

Esta es la petición: enséñanos a orar, en estar en trato de amor y amistad contigo, en intimidad gozosa o árida, en tiempo dedicado, en entrega generosa, en oración continua. Tú me acompañas, Señor, todos los días de mi vida, desde que me levanto hasta que me acuesto, y así vivo en presencia permanente, agradecido. Dame ojos de fe para que, sin verte o percibirte, sepa que tú está conmigo y mi vida sea adoración, para gloria de tu nombre. Dame el don de la oración.

23 de julio
Sábado XVI

Gal 2, 19-20 Es Cristo quien vive en mi

Es Cristo quien vive en mi. Más íntimo que mi propia intimidad. Cercano. Profundo. En la mirada, en el corazón, en la respiración, cuando me acuesto y mi levanto, en la aridez de la cruz, en la gloria de la resurrección, en todo momento y circunstancia, lo sepa o no, vives en mi y me vivificas con tu misericordia.

22 de julio
Santa María Magdalena

Cantar 3, 1-4 Encontré al amor de mi alma

María Magdalena, enamorada, testigo de tu resurrección; María Magdalena, fresco rosal, apóstol de la aurora; María, mujer festiva en el amor, con llama que consume y no da pena. ¡María! ¡Maestro!