Visitación

31 de mayo
La visitación

Lc 1, 39-56 Proclama mi alma la grandeza del Señor

Termino el mes de mayo, con María. Como cada día, la madre me acerca a ti. Siempre estás en sus manos de madre. Hoy proclamo tu grandeza, con su voz, inspirando mis palabras en su mismo canto de alabanza. Verdaderamente eres grande en mi.
Hoy, los marianistas de casi toda américa latina se unen en una nueva región. Hermanos y amigos. Bendíceles.

paz en ti

30 de mayo
Lunes VII de pascua

Jn 16, 29-33 Os he hablado esto para que encontréis paz en mi

Tu palabra, Señor, nido de paz; tu Palabra que remueve y aquieta, que remansa los remolinos de mi vida. Tu Palabra, siempre oportuna, siempre certera, sanando siempre, interpelando, contrastando mi vida. Tu Palabra, el don de cada día. Acogida en el seno de María.

con alegría

29 de mayo
La Ascensión del Señor

Lc 24, 46-53 Se volvieron a Jerusalén con gran alegría

Después de tu ascensión al cielo, la comunidad esta llena de alegría. El evangelio de la alegría, es el de Lucas. La alegría que el ángel anuncia a tu madre, al inicio. La alegría de la Iglesia, al final. Tu buena noticia llenándolo todo, colmando el universo con la alegría plena que procede de ti. Con tu bendición. Con María.

28 de mayo
Sábado VI de pascua

Jn 16, 23 ss Si pedís algo al Padre en mi nombre, os lo dará

En esa confianza estoy. Poniendo el nombre de tantas personas junto a ti. El nombre de los que están enfermos, especialmente de cáncer; el nombre de los que están sufriendo oscuridades vitales; el nombre de los que no encuentran sentido a su vida; el nombre de los que tienen carencias económicas, están sin trabajo; el nombre de todos los que están llenos de dolor. Yo pongo su nombre, su ser, junto a ti. Para que tú des a cada uno la prueba de tu amor y tu presencia cercana Crucificada.
Y María, al pié de la cruz.

Corazón alegre

27 de mayo
Viernes VI de pascua

Jn 16, 20-23 Se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría

Y esa es la verdadera alegría. La que procede de ti. Que brota de lo más profundo del ser tuyo. Se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador, porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones.

Transformación

26 de mayo
Jueves Vi de pascua

Jn 16, 16-20 Vuestra tristeza se convertirá en alegría

Cambias el luto en danzas, el sayal en vestido de fiesta. Gracias, Señor, porque siempre estas transformando mi vida para que goce con tu salvación. Y, a la chita callando, me haces beber de la fuente de tus consuelos. En tus manos estoy. Con María.

Al dios desconocido

25 de mayo
Miércoles VI de pascua

Hechos 17, 15.22-18, 1 Al Dios desconocido. Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo.

Tantos que no te conocen, Señor, y que te veneran en los frutos de tu ser creador, de tu ser luz, de tu ser belleza. Tantos que esperan mi anuncio, nuestro anuncio…gracias por todas las mujeres que anuncian tu nombre lleno de salvación, que tienen ardor misionero, que el celo por darte a conocer las consume. Conozco a varias, desconocidas. Gracias por su testimonio. María, tu madre, te muestra al mundo.

Oraban

24 de mayo
Martes Vi de pascua

Hechos 16, 22-34 Pablo y Silas oraban

En la mazmorra nos dicen los hechos de los apóstoles, oraban. Orar sin desfallecer, orar en toda ocasión, especialmente cuando somos prisioneros, cuando carecemos de libertad, cuando estamos en la oscuridad, cuando….orar que e poner la vida en tus manos, sin limitación, sin media, con una confianza infinita, porque tu eres mi Padre” ( oración de abandono de San Carlos de Foucauld).
Oración junto con María.

corazón abierto

23 de mayo
Lunes VI de pascua

Hechos 16, 11-15 El señor le abrió el corazón


Y cuando me abres el corazón en canal, como has hecho y siques haciendo, tan dulcemente, tan delicadamente, apenas me doy cuenta, pero todo se transforma. Y entonces la vida que me das corre por mis venas, y todo se vuelve en mi tuyo. Porque me enraizas en tu corazón abriendo el mío. Gracias.
En las entrañas maternales de María.

Tu paz

22 de mayo
VI domingo de pascua

Jn 14, 23-29 Mi paz os dejo mi paz os doy


Tu paz, el don tan deseado por cada uno de nosotros, por la humanidad, siempre tan bélica. La paz es un don que precede de ti, el don de sabernos en tus manos, amados, confiados, enraizados en la naturaleza misma de su ser amor. Tu paz, Señor, tan necesaria en tantas regiones de nuestro mundo que viven en plena guerra. Que tu paz pacifique nuestros corazones.
Tu puro don. En María.