6 de mayo
Viernes III
Hechos 9, 1-20 Una luz celestial lo envolvió con su resplandor
Tu luz, Señor, que me hace ver la luz. Tu luz escondida. Tu luz presentida. Tu luz transfigurada. Tu luz que disipa, y bien sabes que es cierto, las oscuridades de mi vida. Tu luz compañera y compañía. Tu luz inexplicable. Tu luz tan cierta como mi propia vida. Y María que da a luz la luz del mundo.