Tesoro escondido

31 de julio
San Ignacio de Loyola

Mt 13, 44-46 El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo

Tomad, Señor, y recibid toda mi libertad mi memoria, mi entendimiento y toda mi voluntad. Todo mi haber y poseer, vos me lo disteis a vos, Señor, lo torno. Todo es vuestro, disponed a toda vuestra voluntad. Dadme vuestro amor y gracia porque esto me basta.

Lágrimas

30 de julio
Martes XVII

Jr 14, 17-22 Mis ojos se deshacen en lágrimas

Señor, pongo ante ti, una vez más, las lágrimas y el dolor de la humanidad. Los ojos de quien no para de llorar, por el dolor ante la enfermedad, ante la guerra, ante la injusticia que sufra…Pongo ante ti, Señor, para que tú enjugues las lágrimas de nuestros ojos, y des consuelo y paz.

Acto de fe

29 de julio
Lunes XVII

Jn, 11. 19-27 Yo creo que tú eres el Cristo, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo

Un acto de fe. Es lo que te ofrezco al inicio del día de hoy, para que tú lo multipliques en esperanza y caridad, para el bien de mis hermanos.

Ofrenda

28 de junio
XVII domingo

Ef 4, 1-6 Sed amables, sed comprensivos

Los los dos peces que me gustaría ofrecerte, Señor, para que hagas el milagro de la multiplicación de las ofrendas. Me gustaría ganar en amabilidad, para ofrecértela. Me gustaría ser comprensivo, ponerme en el lugar de los demás, tener una actitud vital de apertura a los demás, de inclusión, nunca de exclusión o discriminación. Me gustaría hacer todo dándote gracias, como tú haces antes de la multiplicación. Tener un corazón agradecido, ya es un milagro.

Retozo

27 de julio
Sábado XVI

Salmo 83 Mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo

Delante de ti, haciendo un acto de fe en tu presencia en mi vida, te digo con las palabras del salmo: mi alma se consume y anhela los atrios del Señor, mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. Vale más un día en tus atrios que mil en mi casa. Dichosos los que viven en tu casa alabándote siempre, como yo ahora. Dichoso quien encuentra en ti su fuerza.

Pastores malvados

26 de julio


Jr 3, 14-17 Os daré pastores según mi corazón

Ya nos ves, Señor, asombrados de que algunos de los pastores que nos has dado han abusado de tu elección y han cometido iniquidad, abusando de las personas que tenían encomendadas. En la última semana la noticia de los abusos del Abbé Pierre, el apóstol de los pobres, y del fundador de la comunidad de San Martin, tan conservadora, la que más vocaciones tiene en Francia. Perdónanos las veces que miramos para otro lado como Iglesia. Perdónanos el silencio y el ocultamiento. Perdónales a ellos, agresores, su falta y su ignominia. Que sepamos reparar, restaurar y retribuir a las víctimas.

peregrinos

25 de julio
Santiago apóstol

II Cor 4, 7-15 Cuantos más reciban la gracia, mayor será el agradecimiento

Oh Dios te pedimos que nos guardes a nosotros, siervos tuyos, que por amor a tu nombre, peregrinamos a Santiago de Compostela:
se para nosotros Compañero en la marcha Guía en las encrucijadas Aliento en el cansancio Defensa en los peligros Albergue en el camino Sombra en el calor
Luz en la oscuridad Consuelo en los desalientos Y firmeza en nuestros propósitos, para que, por tú guía, lleguemos sanos y salvos al término del camino, y enriquecidos de gracias y virtudes, volvamos ilesos a nuestras casas, llenos de saludable y perenne alegría.

Roca de mi refugio

24 de julio
Miércoles XVI

Salmo 70 Se tú mi roca de refugio

Se tú el alcázar donde me salve, mi peña y mi baluarte. Porque tú, Señor, fuiste mi esperanza y mi confianza desde mi juventud….En el vientre materno tú me sostenías. Hasta hoy relato tus maravillas. Tu Palabra, Señor, cae en mi tierra como fértil semilla. Y es tu misma palabra la que hoy me permite cantar tus alabanzas.

Vives en mi

23 de julio
Santa Brígida

Gálatas 2, 19-20 Es Cristo quien vive en mi

A eso aspiro. A decir esto desde la realidad, de tu vida en mi vida, de mi vida desaparecida en ti, de la realidad de tu ser en mi ser tuyo. Concédeme, Señor, a lo que aspiro mientras digo que profeso: mi vida ahora en la carne la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó por mi.

El amor de mi alma

22 de julio
Santa María Magdalena

Cantar 3, 1-4 Buscaba al amor de mi alma

A ti te busco. Y tú me encuentras. En todas las cosas tu presencia, latiendo. Todas las cosas en la maravilla de tu amor, tan presente, tan ausente, tan manifiesto, tan escondido. Testiga de tu amor y tu evangelio una mujer: María Magdalena, la fe viva, anunciada y proclamada en la mañana de tu resurrección.