ser humano

27 de febrero
Lunes I de cuaresma

Mt 25, 31-46 Venid a mi, benditos de mi padre

Aunque no lo sepa estas en el hambriento, en el sediento, en el forastero, en el desnudo, en el enfermo, en el preso…y cada vez que me acerco a él, aunque no me de cuenta, me estás acercando a ti y me estás dando tu vida, un manantial de vida, que me vivifica y me hace ser más humano.

Ser vivo

26 de febrero
I domingo de cuaresma

Gn 2, 7-9; 3, 1-7 Insufló en su nariz un aliento de vida; y se convirtió en un ser vivo

Y esta es tu gloria, que la persona viva. Que prevalezca la vida sobre la muerte. Y a eso me llamas: al cuidado de la vida, de cualquier vida, especialmente de la más indefensa, pobre, necesitada. Seguir dando alientos de vida a quien lo necesite. En tu nombre. Para tu gloria.

Sal

5 de marzo
Domingo II de cuaresma

Gn 12, 1-14 Sal de tu tierra

Solo fuera de mí, del territorio que conozco, donde me siento seguro, solo obedeciendo tu palabra y yendo a donde nunca puede imaginar que iría, solo siguiéndote por sendas que no conozco, puedo contemplar el resplandor de tu gloria y transfigurarme en ti, contigo.

Ofrenda

25 de febrero
Sábado después de ceniza

Is 58, 9-14 Cuando ofrezcas al hambriento de lo tuyo…

Y sacies el alma afligida, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad como el mediodía. El Señor te guiará siempre, hartará tu alma en tierra abrasada, dará vigor a tus huesos. Serás un huerto bien regado, un manantial de aguas que no engañan.
Basta hoy tu Palabra. Para rumiarla, para encarnarla, para que me hagas tuyo.

El ayuno

24 de febrero
Viernes después de ceniza

Is 58, 1-9 Hospeda a los pobres sin techo

Este es el ayuno que tú quieres. Que sea misericordioso como tú eres misericordioso, que no me cierre a mi propia carne en la carne del pobre, que no me desentienda de los míos, que son lo pequeños, tus predilectos. Harás surgir tu luz como aurora, curarás las heridas de mi egoísmo, marchará delante de mi tu gloria y me guiará por caminos de salvación.

perderse

23 de febrero
Jueves después de ceniza

Lc 9, 22.25 El que pierda su vida por mi causa la salvará

Piérdeme en ti, Señor, y que nunca me encuentre. Has puesto delante de mi tu vida: llévame por el camino eterno.

Tiempo de gracia

22 de febrero
Miércoles de ceniza

IICor 5, 20-6,2 En el tiempo favorable te escucho, en el día de la salvación te ayudé

Pues ya lo sabemos, Señor, ahora, al iniciar esta cuaresma, me das el tiempo favorable, tiempo de gracia y reconciliación, me ofreces el día de la salvación. Ayúdame a volverme más hacia ti, con más oración, que es unión de amor contigo, con más ayuno, que es renuncia a mi yo para ser más tuyo, con más limosna, que es desprendimiento en favor de mi propia carne en el pobre. Dame, Señor, la gracia de vivir esta cuaresma más en ti.

no te separes

21 de febrero
Martes VII

Ecl 2, 1-11 Pégate a él y no te separes..

Cinturón en tu cintura. Piel en tu piel. Carne en tu carne. Ser en tu ser. Compañero en tu camino. No me separes, señor, de ti. Hazme crecer en tu confianza, en tu amor inamovible. Dame el amarte para llenar mi corazón con tu luz. Que la irradie. Que la muestre. Tan unido a ti, por tu misericordia, que solo el que me vea te vea a ti.

la fuente

20 de febrero
Lunes VII

Ecl 1, 1-10 La fuente de la sabiduría es la palabra de Dios

Tu Palabra. Que llega cada día. En cada momento tu sabiduría al alcance de la mano. Para animar, para recordar, para contrastar, para hacerme más tuyo y menos mío. Tu Palabra, fuente de sabiduría, Manantial de vida y abundancia. Dame la sabiduría asistente a tu trono, pues siervo tuyo soy, y bebo tus vientos.