Vivo

8 de febrero
Miércoles V

Gn 2, 4b-9.15-17 Y el hombre se convirtió en ser vivo.

Porque tú, Señor, insuflaste en la estatua de barro tu aliento. Tu vida vivimos. Ayúdame a vivir el evangelio de la vida. A cuidar la vida en todo momento. A no dejar que nada ni nadie destruya el don que nos has dado, y que me permite ahora mismo dirigirme a ti. Bendice alma mía al Señor, Dios mío, que grande eres.