30 de junio
Gn 18, 1-15 Señor, si he alcanzado tu favor, no pases de largo delante de tu siervo.
Se que he alcanzado tu favor, Señor, porque nunca pasas de largo delante de mi. Sabes que estoy a la vera del camino, esperándote, como el cielo, como el paralítico, o subido al árbol, como Zaqueo, deseando verte. Y te paras, me miras, me diriges la palabra, que me sana y me salva, me acoges, me haces persona querida por ti. Ese es tu favor, que me da la vida.