26 de junio
Martes XII semana
Mt 7, 6.12-14 ¡Qué estrecha es la puerta y qué angosto el camino que lleva a la vida!
Estrecha es la puerta. Angosto es el camino. La vida en ti es el horizonte: un horizonte abierto, un horizonte amplio, un horizonte se plenitud. Para llegar a la vida que tú me ofreces, Señor, ya conozco el camino. El camino es el tuyo: el camino del abajamiento, el camino del servicio, el camino de la donación, el camino de la cruz, el camino del vaciamiento..
El camino que he de recorrer y la puerta por la que he de entrar para alcanzar la vida plena.
El camino es duro, pero lo veo y lo recorro con la vista puesta en la meta. En el camino encuentro dificultades, penas, pero también encuentro personas dque me sonríen y a las que sonrio, con ellas lo recorro y ellas me acompañan.
Luego la puerta, estrecha, oscura, cuesta encontrarla y más atravesarla, pero al abrirla el horizonte se abre inmenso y la luz lo inunda todo.
La puerta ancha y el camino espacioso, se encuentran fácilmente, pero lleva a la perdición.
Quiero caminar cada día por el camino del servicio y de la entrega, por tu camino, Señor, por el único camino que se llega a la vida, el camino de la cruz.