27 de junio
Lunes XIII
Mt 8, 18-22 Maestro, te seguiré a donde quiera que vayas
esto te digo, con todo el amor del que soy capaz, porque se que me amas, y necesito darme, sin limitación, sin medida, con una confianza infinita, porque tú eres mi Padre. Luego, bien es verdad, viene lo que las zorras no tienen madriguera ni los pájaros nidos si te siguen, pues no tienes donde reclinar la cabeza; vienen las tareas, las encomiendas, las misiones, el practicar la ley, incluso las obras de caridad, y ya pongo condiciones, me retraso….pero tú sabes que el corazón, tan frágil, es sincero, que me ofrezco a ti sin reservas…luego vienen tu misericordia.