30 de junio
Jueves XIII
Mt 9, 1-8 Al ver esto, la gente quedó sobrecogida y alababa a Dios
Cuando te manifiestas, y tus signos los percibo, quedo sobrecogido por tu presencia amorosa, que siempre sana y salva, y devuelve a la vida. Ayúdame a dar testimonio de tu maravilla, del encuentro de cada día con tu gracia restauradora.