Ricos

30 de septiembre
XXVI Domingo

Sant 5, 1-6 Vuestra riqueza está podrida

Duras las palabras de denuncia que nos diriges, Señor, en boca de Santiago: habéis vivido con lujo sobre la tierra, y os habéis dado la gran vida, habéis cebado vuestros corazones para el día de la matanza”. Por eso te pido, Señor, que me des el don de vivir más pobremente. Por tu misericordia, Señor, convierte mi corazón.

Arcángeles

29 de septiembre
Arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel

Salmo 137 Me postraré ante tu santuario

Me postraré ante tu santuario y te adoraré, como Miguel, el que es como Dios, pues aspiro a contemplarte como tú eres, Dios nuestro, y a ser semejante a ti; como Rafael, tu medicina, que sana el corazón en tu nombre y reviste el interior de nuestro ser de tu belleza; como Gabriel, tu fuerza, que lleva tu palabra hasta la debilidad y la sencillez de María, para que se haga en ella según tu palabra. Tu maravilla.

Tiempos

28 de septiembre
Viernes XXV

Ecl 3, 1-11 Todo tiene su tiempo

Tempo de nacer, de morir, de plantar, de arrancar, de matar, de sanar, de destruir, de construir, de llorar, de reír, de hacer duelo, de bailar, de abrazar, de desprenderse, de callar de hablar, de buscar, de perder, de amar, de odiar, de estar contigo, todo mi tiempo en ti.

vanidad

27 de septiembre
Jueves XXV

Ecl 1, 2-11 ¡vanidad de vanidades, todo es vanidad!

Todas las cosas cansan, y algunas mucho más, y nadie es capaz de explicarlas. Solo en ti descansa mi alma, Señor, y tampoco soy capaz de explicarlo. Pero es verdad. No se sacian mis ojos de verte, ni mis oídos de oírte. Por la mañana sáciame de tu misericordia, y toda mi vida será alegría y júbilo.

En tu confianza

26 de septiembre
Miércoles XXV

Pr 30, 5-9 Las palabras de Dios son de fiar

Dime una palabra, Señor, y yo quedaré a salvo. Tú eres mi escudo, espero en ti. Lámpara es tu palabra para mis pasos, luz en mi sendero. Ponme en camino para ir de aldea en aldea anunciando la Buena Noticia, y curando las enfermedades en tu nombre.

Acequia

25 de septiembre
martes XXV

Pr 21, 1-6.10-13 El corazón del rey es una acequia en manos del Señor.

Tú me conduces mi corazón donde quieres. Esta frase se hizo verdad hace muchos años, en verano, en una huerta de Logroño. Contemplaba la acequia y llegó tu palabra hasta mí, siempre llena de verdad. Y de asombro. Así fue. Conciencia real de estar mi vida en tus manos. Sea lo que sea, te doy las gracias.

Tu luz

24 de septiembre
Lunes XXV

Lc 8, 16-18 …la pone en el candelero, para que los que entren vean la luz

Tu luz, Señor, me hace ver la luz. Tú eres luz y siembras claridades. Pones la belleza de tu luz en la aurora de mis días, y me iluminas. En medio de las tinieblas y sombras de muerte me bañas con la claridad de tu presencia. Amazing Grace.

Para ti

23 de septiembre
Domingo XXV

Santiago, 3,16-4,3 La sabiduría, que viene de lo alto….

Tu sabiduría que viene de lo alto es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de misericordia, imparcial y sincera. Pido tu sabiduría para las personas más cercanas, especialmente para la que hoy, al cambiar de década, dice en su oración, Dios es mi auxilio, el Señor sostiene mi vida. La vida siempre es un don tuyo. De ti viene, como en su fuente, a ti tiende, hacia su fin.

Sembrador

22 de septiembre
Sábado XXIV

Lc 8, 4-15 salió el sembrador a sembrar

En tus manos soy semilla, y tierra, y sol, y agua, y viento y lluvia, y sembrador. Gracias porque me haces en ti, Señor, vida fecunda y resurrección.

San Mateo

21 de septiembre
san mateo

Ef 4, 1-7, 11-13 Os pido que andéis según la vocación a la que habéis sido llamados

Solo tu ayuda, para responder a tu llamada, me puede hacer vivir en comunidad humilde, amable, comprensivo, poniendo sobre los demás una mirada de amor, misericordia y compasión, consciente de mi vulnerabilidad, de mi fragilidad; procurando mantener la unidad con el vínculo de la paz. Gracias, Señor, por haber iniciado mi vida religiosa y haberme formado, hace ya tantos años, en la pequeña comunidad de san mateo. Te alabo con el corazón agradecido.