3 de julio
Santo Tomás
Jn 20, 24-29 Y no seas incrédulo, sino creyente
Es curioso como esta semana me haces fijarme en la fe, en la falta de fe, en la fe que se tambalea, en la fe que escasea, en la fe que se queda solo en la boca y no se concreta en obras, en la fe que busca asideros… Es la fe de Tomás, que fue uno de tus apóstoles, que se convierte en icono de nuestra propia fe. Tan débil como auténtica. En su debilidad.