24 de febrero
Jueves VII
Eclesiático 5, 1-10 No confíes en tus riquezas….
No digas: “Soy poderoso”; no confíes en tus fuerzas para seguir tus caprichos; no sigas tus antojos y codicias ni camines según tus pasiones. No digas: “¿Quién me podrá?” Estos son los consejos que tu Palabra pone ante nuestros ojos y graba en nuestro corazón en el día de hoy. Que su rumia nos haga más humildes, para que caminemos en la verdad de nuestra vida.
Señor.Porque tu misericordia es grande, acudo a Ti, sé que la necesito,
intento hacer mi vida conforme a tu voluntad.
No deseo para nada pecar,pero caigo, necesito tu perdón, humildemente te lo pido.
No permitas que nunca me aparte de Ti.
YO TE AMO MUCHO Y TU ERES MIS COLORES, LA VIDA SIN TI SERIA EN BLANCO Y NEGRO, Y ASI NO PODRIAMOS VER LO MARAVILLOSO QUE TU CREASTE. HAY MOMENTOS DE NUESTRA VIDA QUE PENSAMOS QUE NOS ABANDONAS COMO EL QUE ESTOY PASANDO, ES UN GRAN DESIERTO Y DEL UNICO QUE ESPERO QUE ME GUIE ERES TU, PADRE CELESTIAL VEN MIRAME Y TEN MISERICORDIA DE MI.
Tan peligroso es el mas poderoso como el menos que nadie, que sepamos tener el corazon y los oidos dispuestos para comprender todos los susurros y no dejarlos sino saberlos poner en practica
¿Quién dirá «soy poderoso» y leerá estas palabras?
Sólo quien necesita sentir el poder de «la palabra» sabe a ciencia cierta que «poderoso» sólo es Él.