No habéis

20 de septiembre
Miércoles XXIV

Lc 7, 31-35 Hemos tocado la flauta y no habéis bailado…

Hemos entonado lamentaciones y no habéis llorado…Y así, en esa falta de sintonía con el evangelio, desde la verdad profunda de nuestro corazón, se nos va la vida, que desmiente a nuestras palabras huecas.

Llanto

19 de septiembre
Martes XXIV

Lc 7, 11-17 Llevaban a enterrar a un muerto

Y su madre, viuda, sin más hijos, llora. Y tú te acercas para resucitar al joven. Tantas madres que habrán enterrado a sus hijos víctimas del terremoto en Marruecos; de tantas guerras que asolan al mundo; del hambre, de la violencia, de la injusticia. Que nos acerquemos a ellas en tu nombre, Señor, con el amor sanador que ofrece la Iglesia.

oren

18 de septiembre
Lunes XXIV

I Tim Oren en todo lugar, alzando las manos limpias, sin iras ni divisiones

El poder de la oración ante ti, Señor. La oración que fomenta la unión, la reconciliación, la aceptación, la paz. La oración verdadera ante ti, Señor, es una fuente de mansedumbre, de evangelio, de saber estar en nuestro mundo tan dividido. La oración de mi corazón, que bebe del tuyo. Hazme un hombre de oración, Señor. Que alce mis manos para rogarte por la justicia y la paz en nuestro mundo.

el perdón

17 de septiembre
Domingo XXIV

Mt 18, 21-25 Si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo?

Enséñame, Señor, a perdonar con el mismo corazón misericordioso que tienes tú conmigo. Perdonar gratuitamente, perdonar sin reservas, perdonar generosamente, perdonar sin nada a cambio, perdonar de corazón, perdonar con verdad, perdonar sin exigir perdón, perdonar no solamente siete veces, sino setenta veces siete.

Pecador

16 de septiembre
Sábado XXIII

I Tim 1, 15-17 Cristo vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero

Y en mi pecado me encuentras, y derramas sobre mi el bálsamo infinito de tu misericordia. Con ella me das vida. Pura gracia y salvación.

Dolores

15 de septiembre
La Virgen de los Dolores

Salmo 30 A ti Señor me acojo, no quede yo nunca defraudado

En la boca de tantas mujeres, y algunos hombres, que al pie de la cruz te elevan esta oración, en nombre de los crucificados de la tierra, en su propio nombre. Inclina tu oído hacia mi, se la roca de mi refugio, sácame de la red que me han tendido, porque tú eres mi auxilio. A tus manos encomiendo mi espíritu, tú, el Dios leal, me librarás.

Santa Cruz

14 de septiembre
Exaltación de la Santa Cruz

Filp 2, 6-11 Y así se sometió a la muerte, y una muerte de cruz

Hecho hombre, carne de nuestra carne, pasando por uno de tantos, te sometiste a la muerte, y a una muerte de cruz. Por eso Dios te exaltó sobre todos y te concedió el nombre sobre todo nombre, de modo que a tu nombre toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en los abismos, y toda lengua proclame que eres el Señor, para gloria de Dios Padre.

escondido en Dios

13 de septiembre
Miércoles XXIII

Col 3, 1-11 Vuestra vida está con Cristo escondida en Dios

Esta frase, Señor, me pone ante la realidad de la vida vivida en ti. Mi vida está, en ti ,escondida en Dios. Misterio de la existencia llena de sentido, la criatura en el creador, vida como vida, haga lo que haga, tenga o no tenga notoriedad….vida contemplativa, vida silenciosa, vida callada, vida vivida en ti, por amor a tu nombre. Ahí, en tu llaga de amor, el caudal de vida en abundancia.

Santo Nombre de María

12 de septiembre
Dulce nombre de María

Jn 19, 25-27 Y desde aquella hora el discípulo la recibió como algo propio

Fiesta patronal de la Compañía de María. Tú nos has llamado a vivir el espíritu de María, en una compañía que le pertenece. Que nuestra consagración prolongue sobre la tierra su caridad maternal. Que vivamos cada día las virtudes de la Virgen: su fe, su humildad, su sencillez y su hospitalidad. Con la ayuda de tu Gracia.

aniversario

11 de septiembre
Lunes XXIII

Salmo 61 Porque él es mi esperanza

Descansa solo en Dios alma mía, porque tú eres mi esperanza. Solo tú eres mi roca y mi salvación, mi alcázar. Hace cuarenta años hice, por primera vez, los votos de castidad, pobreza y obediencia en la compañía de María. Tu fidelidad es grande, tu fidelidad incomparablemente es, nadie como tú bendito Dios, grande es tu fidelidad. Rezad por mi.