Transfigurado

24 de febrero
II domingo de cuaresma

Lc 9, 28-36 Subió a lo alto de la montaña para orar

Es en la montaña donde te transfiguras. En el lugar del encuentro, de la epifanía; en lo alto, en un lugar apartado. Ahí subes, a la montaña, para orar. En una actitud de intimidad con el padre, en soledad sonora, abierto tu ser a la presencia amorosa, a la luz que recrea, a la manifestación de la divinidad que ocurre sin saber bien cómo, que transforma. Así nos llamas a contemplarte, en lo alto de la montaña, en oración, para ser transfigurados en ti, en la luz de tu verdad.

02.24