Dios

27 de febrero
Miércoles II de cuaresma

Salmo 30 Tú eres mi Dios

Así es. Tú eres mi Dios. Solo procedo de ti. Solo voy a ti. Solo tú Señor, eres el lote de mi heredad y mi copa. Mi suerte está en tu mano. Mi corazón es una acequia en tus manos, me conduces, me cobijas, mi fortaleza, mi escudo, mi refugio, mi consuelo, mi creador, mi salvador. Me quedo en silencio, suspendido, ante tanta verdad: tú eres mi Dios y Señor.

02.27