27 de octubre
Domingo XXX
Ecl 35, 12-14.16-18 Los gritos del pobre atraviesan las nubes
Los gritos del pobre atraviesan las nubes y hasta alcanzar a Dios no descansan. Llegan hasta ti, Señor, los clamores y dolores de la humanidad, en la pasión inmensa que padece, en el dolor, en la desesperación, en la falta de dignidad como ser humano sometido a toda clase de vejaciones y de sufrimientos. Formamos parte de un mundo egoísta, de una sociedad siniestra, que mantenemos con nuestra indiferencia. La indiferencia nos hace cómplices. Que sus gritos no solo lleguen hasta ti sino que rompan nuestros tímpanos y nuestro corazón de piedra.
Llueve el grito del pobre
sobre el caos social.
Su alarido, su lágrima verde,
apenas desgarra la indiferencia?
Danos tu compasión
la fuerza de tu ira.
Humildemente te pido perdón Señor, si no he sabido escuchar y corresponder con generosidad, a mejorar tanta indiferencia.