Mi heredad

10 de septiembre
Viernes XXIII

Salmo 15 Tú eres Señor, el lote de mi heredad

Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti. Yo digo al Señor, tú eres mi bien. El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano, me ha tocado un lote hermoso, me encanta mi heredad. Bendeciré al Señor que me aconseja, tengo siempre presente al Señor. Con él a mi derecha no vacilaré. Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu presencia, de alegría perpetua a tu derecha.