29 de noviembre
Sábado XXXV
Lc 21, 34-36 Tened cuidado…
Por segunda vez, Señor, nos llamas a la vigilancia y al cuidado de nuestra vida, para que caminemos a la luz de tu presencia, para que no nos alejemos de ti. Tened cuidado, no se os embote la mente. Se embota la mente con tanta publicidad, con tanto ruido, con tanta interferencia, con tanta información no digerida y manipulada, con tanta imagen que falsea la realidad y la deforma, con tanto modelo inalcanzable, nuevos dioses del poder, del dinero, del prestigio…Se embota la mente, Señor, y se agobia la vida. Tened cuidado, nos dices. Gracias.