20 de abril
Vigilia Pascual
Lc 21,1-12 Y volvió a su casa, admirándose de lo sucedido
Tú resucitado, tú bello, tú hermoso, tú mi amor, mi vida resucitada, tú digno de admiración. Tú mi asombro, tú mi dicha, tú mi gozo, tú mi fuego que arde en ti sin consumirse. Tú mi agua, tu mi palabra, tú mi luz. Tú has vencido a la muerte y me has hecho partícipe de tu vida inmortal. Caigo rendido ante ti en esta noche santa, llena de la claridad, de tu presencia viva. Tú me admiras.