31 de enero
IV domingo
Dt 18, 15-20 Pondré mis palabras en su boca
Tu Palabra. Acogida, rumiada, encarnada, proclamada. Predicada con el testimonio de vida. A tiempo y a destiempo. Tu Palabra ascua encendida, espada de doble filo. Tu Palabra que no acaba de encontrar un terreno fecundo en mi vida. Hágase en mi según tu Palabra.
Autor: Nano SM
Religioso Marianista, sacerdote. Actualmente trabajo en la pastoral de un colegio en Madrid, precisamente donde estudié y sentí la llamada a la vocación religiosa.
Desde hace tres años escribo cada día un comentario a la Palabra de Dios, que me ayuda a encarnarla y a darla a los demás. De alguna manera participo en la misión de María, dando a Jesús, dando su Palabra.
Lee todas las entradas de Nano SM