2 de enero
Tiempo de Navidad
I Jn 2, 22-28 Y ahora permaneced en él
En ti. Permanezca yo en ti, y desaparezca en tu cuna, donde te adoro sin tiempo y sin espacio, embebido en tu ternura, en el amor que manifiestas, en la fragilidad con la que te acercas para salvar a los hombres y mujeres de nuestro mundo, en la pobreza, tesoro vacío y abundante, donde nos muestras la riqueza insondable de tu misericordia, de tu dulzura. Permanecer contemplando y quieto, y en silencio, morir a mí mismo para que nazcas y crezcas en el ser que te ofrezco.
Jesús, presente en todo lo que me rodea, en todo lo que mueve mi vida.
Sé que algunas veces me desvío del camino por mi torpeza, pero mi deseo es vivir y llegas a participar plenamente en la Vida Eterna. ¡¡Me fío plenamente de tus promesas!!