29 de noviembre
Viernes XXXIV
Ap 20, 1-4.11-21,2 Y vi un cielo nuevo y una tierra nueva
Aquí me tienes, preparada como una esposa que se a adornado para su esposo, presto a la unión, sabiendo que cada día se realiza en el misterio incompresible de mi ser en ti, más allá de todo lo que se, todo lo que espero. Tú en mí, eterna novedad.