28 de noviembre
Jueves XXXIV
Lc 21, 20-28 Levantaos, alzad la cabeza, se acerca vuestra liberación
Tú eres mi liberación, Señor. Cuando estoy postrado, me levantas. Cuando tengo la abeza gacha, me alzas la mirada para que vea cómo me miras, cómo me conduces a la paz. Gracias. Por el don de tu misericorida.