13 de noviembre
Miércoles XXXII
Salmo 22 El Señor es mi pastor, nada me falta
Nunca está de más rezar con las palabras de este salmo, y hacerlas más mías: Tú eres mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me haces recostar. Me conduces hasta fuentes tranquilas. Reparas mis fuerzas. Aunque camine por cañadas oscuras nada temo, porque tú vas conmigo. Tu vara y tu cayado me sosiegan.