5 de noviembre
Martes XXXI
Fil 2, 5-11 Tened los sentimientos propios de Cristo Jesús
Esos sentimientos de amor inigualable. Esos sentimientos encarnados, que se hacen donación concreta, visible, real. Esos sentimientos que te llevan a dar la vida por amor. Esos sentimientos que son obras de misericordia, desde la compasión, la ternura, la cercanía con el que sufre, con el que está cansado y agobiado, con el que no tiene más recurso que tu propio amor.