27 de noviembre
Miércoles XXXIV
Ap 15, 1-4 Grandes y maravillosas son tus obras
Solo quiero reconocerlo, Señor, y por eso te lo digo: grandes y maravillosas son tus obras, Señor, justos y verdaderos tus caminos, rey de los siglos. Porque tú solo eres santo. Y mientras escribo esta oración mi boca la pronuncia, y mi corazón proclama tu infinita gloria.