Fe y obras

16 de mayo
Viernes VI semana
Sat 2, 14-26 ¿De qué le sirve a uno decir que tiene fe si no tiene obras?

Enséñame tu fe sin obras y yo, por mis obras, te probaré mi fe. Con la conciencia de que por los frutos nos conocerán como discípulos tuyos. Que por la mirada que pongamos en nuestro mundo, que por las manos que empleemos para contribuir a la llegada de tu reino, que siempre es don, que por la escucha que hagamos del clamor de los necesitados, que por el corazón que partamos y repartamos para que otros tengan vida, estaremos mostrando el valor y el quilate de nuestra fe.

 

 

Jesucristo

15 de mayo
Jesucristo Sumo y Eterno sacerdote
Lc 22, 14-20 Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Hace esto en memoria mía

Recordar tu sacerdocio es recordar la última cena, Señor, y recordar la eucaristía. Saber que nos has dejado tu cuerpo y tu sangre, salvación para todo el mundo. Saber que cada día nos regalas el poder unirnos a ti como ofrenda permanente. Tomar conciencia de u vida entregada que nos da la vida y nos llama a vivir como tú: dándonos por la liberación y salvación de los demás. Cada día hacer esto en memoria tuya.

 

Permaneced

14 de mayo
San Matías, apóstol

Jn 15, 9-17 Permaneced en mi amor

Hermoso deseo, Señor, que nos llega de la mano de un apóstol. Deseo permanecer en tu amor, en un amor que siempre permanece y nunca traiciona. En un amor que se está dando para que tenga vida y vida abundante. En un amor que llena más allá de todos los vacíos que hago para recibirlo. Permanecer en tu amor, Señor, para recibir de ti lo que da consistencia a mi vida. Permanecer en tu amor para amar como tú, y desbordar el amor hacia mis hermanos, especialmente hacia los más necesitados.

 

Tentación

13 de mayo
Martes VI semana

St 1, 12- 18 A cada uno le viene la tentación

Lo que te pedimos en el padrenuestro, cada vez que lo rezamos, varias veces al día, es que no nos dejes caer en la tentación. En esa tentación que viene cada vez que el propio deseo arrastra y seduce. El deseo, Señor, del poder y del prestigio; el deseo del tener; el deseo de aparentar; el deseo que atenaza, que encierra, que llena de apegos y ata para liberarse de todo deseo y  entregarse, ya de vero, a ti.

 

 

 

La constancia

12 de mayo
Lunes VI semana
St 1, 1-11 Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia.

Poner a prueba la fe da constancia, eso nos dice Santiago. Y yo te pido, Señor, constancia sin demasiada prueba. Y te pido por la constancia de las personas que están sometidas a una prueba que creen demasiado grande y excesivamente purificadora. Te pido, Señor, lo que ya se y ya tengo dado: que tu fidelidad sea la que me mantenga fiel, que tu constancia me mantenga constante, a pesar de la prueba. Amén.

 

 

Pentecostés

11 de mayo
Pentecostés

Hechos 2, 1-11 Se llenaron todos de Espíritu Santo

Llenarme de tu Espíritu, Señor, de tu don espléndido, de la brisa en horas de fuego, del gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos. Llenarme de tu don, Señor, que riega mi tierra en sequía, que sana mi corazón enfermo, que lava mis manchas, que infunde calor de vida en mi hielo, que doma mi espíritu indómito. Llénanos, Señor, de tu Espíritu, que vacíos queremos que tú mismo nos llenes con tu bondad y tu gracia. Amén.

El testimonio

10 de mayo
Sábado VII de Pascua

Jn 21, 20-25 Éste es el discípulo que da testimonio de todo esto

Termina el evangelio y Juan, que recostó su cabeza en el pecho de Jesús, y gozó de la intimidad, pues era a quien Jesús tanto amaba, da testimonio. Da testimonio a lo largo del evangelio de lo que ha visto y ha oído. Da testimonio del amor recibido. Da testimonio de ti, que eres la vida. Dar testimonio, dar la vida unido a tu vida. Como hizo María. Para ello quiero recibir tu Espíritu, Señor, y ser enviado.

Tú sabes que te quiero

9 de mayo
Viernes VII de Pascua
Jn 21,15-19  Sí, Señor, tu sabes que te quiero

Por tres veces le preguntas a Pedro, que te negó tres veces, y por tres veces escuchas la misma confesión de amor, desde un corazón sanado de su culpa por tu mirada de misericordia: Sí, Señor, tú sabes que te quiero. Tú, sabes, Señor, que te quiero, y quiero decírtelo desde el amor de tu madre, que sin palabras te manifestó, con cada latido de su ser que te lo daba, la prueba de su amor. Sí Señor, tú lo sabes. Sabes lo pobre que es mi amor, pero sabes que te quiero y que no nací sino para quererte.

 

 

Potégeme

8 de mayo
Jueves VII de Pascua

Salmo 15 Protégeme Dios mío, que me refugio en ti

Este salmo, que rezamos antes de entrar en la noche, es un regalo tuyo, Señor, que hace las delicias del corazón que reza. Tu Espíritu abre todos los poros de mi ser y mueve mis labios para decirte, como hizo María con estas mismas palabras, que tú eres el lote de mi heredad y mi copa, que mi suerte está en tus manos. Que en Ti se alegra mi corazón y se gozan mis entrañas. Que me enseñas el sendero de la vida, me sacias de gozo en tu presencia, de alegría en Ti, Señor.

En sus manos

7 de mayo
Miércoles VII de Pascua
Hechos 20, 28-38 Os dejo en manos de Dios y de su palabra de gracia

Al despedirse de la comunidad de Éfeso, Pablo les dice esta frase. Te doy gracias, Señor, por todas las personas que me han puesto en tus manos, que me han acompañado hasta ti, que han rezado por mi, que han proclamado tu palabra de gracia para que la escuchara y abriera mi vida, como hizo María, a tu voluntad. Gracias, Señor, por todos los que me han evangelizado y lo siguen haciendo. Gracias por tu Espíritu, por  tanta vida tuya como recibo a través ellos.