23 de abril
Lunes IV de Pascua
Jn 10,1-10 las ovejas lo siguen, porque conocen su voz
Tu voz amada. Tu voz de viento, tu voz extensa, tu voz que me rodea con la calidez de tu ser, tu voz llena de paisajes, y horizontes abiertos, tu voz sin límites, tu voz infinita, tu voz eterna, tu voz que arrulla mis entrañas, tu voz que me canta tu amor, tu voz de misericordia, tu voz, que me llamó, y que sin palabras me sigue alentando para que camine a tu vera, para que te siga.