12 de febrero
Lunes VI
Mc 8, 11-13 ¿por qué esta generación reclama un signo?
Muchas veces, señor, te pido un signo. ¿Qué más signo quiero que el de tu cruz? ¿Qué más signo que unirme a ti en tu cruz? ¿Qué más signo que mi vida religiosa en castidad, pobreza y obediencia? ¿qué más signo que tu eucaristía diaria? ¿Qué el “ve y haz tu lo mismo” con tu prójimo herido, con el hermano que está solo y desamparado…? El signo me lo da tu providencia en mi vida, en la que confío.
Señor te veo suspirar ante tanta maldad para destruir la infancia.Yo te pido que seamos signos,de amor belleza y entrega,para que tu primavera pueda crecer bella y hermosa.Danos tu gracia para poder colaborar contigo en esta tarea.Solo tu nos puede salvar.
Regla de 3
Si un granito de mostaza mueve una montaña ¡qué no moverá una calabaza!
St 1, 1-11