22 de septiembre
Jueves XXV
Ecl 1, 2-11 Vanidad de vanidades todo es vanidad
No hay como darse cuenta existencialmente, Señor, para comprender de verdad que es así. No hay nada como vivir una situación vital que te recuerde lo que de verdad importa, lo que es sustancial…y que me vuelva hacia ti, principio y fundamento de mi vida. Todo lo demás, vanidad de vanidad.